Audiencia N° 5 – 2 de junio del 2023
DIARIO DEL JUICIO ORAL Y PÙBLICO
La Rioja- Por el asesinato de Wenceslao PederneraResidual Mega causa y Causa Graciela BofelliAudiencia N° 5 – 2 de junio del 2023 La Audiencia dio inicio a
las 9:40 hs. con la lectura por Secretaría de las partes presentes; los jueces
José Camilo Quiroga Uriburo (presidente), Juan Carlos Reynaga, Mario Martínez.
Los Fiscales federales de la causa: Dra. Virginia Miguel Carmona y Rafael
Vehils Ruiz. Los abogados querellantes: Dra. Mirta Sánchez y Dr. Ramiro
Fresneda por el Obispado. El Dr. Eugenio Biafore y Claudio Orosz por la
Secretaría Derechos Humanos. Las Dras. Viviana Reynoso y María Elisa Reinoso
por la querella particular. José Chumbita abogado defensor público quien
representa imputado Eduardo Abelardo Britos en la Audiencia.
Declaración de Miguel Ángel La Civita, sacerdote:
Ante el requerimiento de
la Fiscalía para que relate lo que recordaba de Wenceslao Pedernera, contó que
lo conocía de la Pastoral de Enrique Angelelli, haciendo trabajo de
Cooperativas rurales. Describió a Wenceslao como una persona de convicciones,
que estaba en La Rioja porque adhería a la Pastoral del Obispo. Era un hombre
callado pero en el “mano a mano” defendía sus ideas porque era preparado, con
una profunda fe. Los ideales de Angelelli que fue la línea que siguió Wencelao
Pedernera fueron el compromiso y la dignificación del trabajo. Ellos tenían un
vínculo fraterno.
Narró varias situaciones
sobre el contexto de pobreza y explotación que vivía la Provincia en esos años:
“(…) en la producción de la nuez les pagaban como querían tenían sometidos a
los pueblos como feudos (…)”.
“Participe unos días
con los del sindicato de retameros en el oeste, vivían en el campo como
animales, hervían la retama en tachos de 200 litros para lograr el zelote base,
cera. Llevaban a los peones los lunes y los traían los viernes, Vivian en
toritos (casas de jarilla). Personas de 30 años parecían de 60”
El movimiento rural de
campesinos y maestros eran movimientos nuevos, que compartían y apoyaban la
pastoral de Angelelli. Los poderosos explotaban a los trabajadores rurales, no
les pagaban nada por sus cosechas, tenían a la gente en condiciones inhumanas,
y la Iglesia comienza a tener injerencia sobre eso. Fueron perseguidos, muchos
curas y laicos fueron detenidos, otros golpeados.
Destacó el contexto que se
vivía en los años 70 de persecución, de controles permanentes, vehículos que
rondaban domicilios lo que recrudeció con el golpe del 76 con allanamientos,
desapariciones y llegando a los asesinatos de Carlos, Gabriel, Wenceslao y
Angelelli.
Analiz{o
que, como parte de un Plan orquestado de todas las Fuerzas de Seguridad, se
consideraba a Chilecito, donde estaba Gendarmería, y a Chamical, donde
funcionaba la Base Área, como zonas liberadas.
“Siempre
vi a Angelelli en soledad… me duele que la misma Iglesia instaló la idea
de que había sido un accidente.” Recordó que en la visita de Monseñor Zaspe
a La Rioja para dar el apoyo y confirmación del Papa al Obispo y su pastoral
vio a Monseñor Angelelli con lágrimas en los ojos: “¿Te parece que él Papa
tenga que enviar a alguien para que diga que soy católico?”, “…lo habían
humillado mucho”, concluyó.
Su
testimonio fue extenso y reflexivo en relación al contexto del país y de la
iglesia en los años de la dictadura y los posteriores ya en democracia, porque
los controles continuaron, las amenazas y hechos vandálicos a espacios de la
Memoria se hacían sentir sobre todo cuando las comunidades hacían Actos por los
Martirios.
Después de un cuarto
intermedio declaro Álvaro Raúl Illanez
“Me
detuvieron en Chilecito el 24 de marzo de 1976, el día 26 me trajeron al IRS. A
la semana me empezaron a torturar, esa vez me pegaron tanto que tuve que dormir
boca abajo”. Contó que antes del mes, lo volvieron a sacar y lo torturaron
con picanas y golpes, colgándolo en una roldana donde lo tuvieron por casi tres
días.
Al referirse
al imputado Eduardo Britos expresó: “yo no he conocido a alguien más
siniestro y malvado que Britos. Él actuaba siempre con su patota Granillo,
Ledesma y Vilte, y la mayoría de las veces estaban borrachos.”
Relató que en
una oportunidad, un abogado de la policía de apellido Salazar, en los años 90,
le contó que realmente a Wenceslao lo iban a detener y fue Britos quien le pegó
un tiro, sin mediar palabras, por lo que Santucho lo empujo a Britos y es ahí
cuando recibe el disparo en el pie.
El 25 de
marzo del 77 lo trasladan al penal de La Plata saliendo años después en
libertad.
Al finalizar
los testimonios la gente en la sala aplaudió sostenidamente a estos valientes
aportes a la Memoria, Verdad y Justica.
Al finalizar
la Audiencia, el presidente del Tribunal, a pedido de una de las querellas
informó que el cuerpo médico de la Corte Suprema de Justicia realizará una
pericia médica a Eduardo Britos por parte de médicos de la Oficina de Derechos
Humanos, ante las reincidentes ausencias del imputado a las Audiencias.
Próxima Audiencia, jueves
8 de junio a hs 9 en el 5° piso del Tribunal Oral Federal: Av. Perón 756 EDIFICIO CORREO CENTRAL
Llevar Documento de Identificación para poder ingresar a la
sala de Audiencia
¡Verdad, Justicia y reparación
histórica!
Ex presos
políticos, Organizaciones sociales, de Derechos Humanos Independientes,
Parroquia Beatos Mártires Riojanos, Centro Cultural y Biblioteca Popular
Angelelli Mártir y Centro Barrial Santa María Eugenia
Declaración de Miguel Ángel La Civita, sacerdote:
Ante el requerimiento de
la Fiscalía para que relate lo que recordaba de Wenceslao Pedernera, contó que
lo conocía de la Pastoral de Enrique Angelelli, haciendo trabajo de
Cooperativas rurales. Describió a Wenceslao como una persona de convicciones,
que estaba en La Rioja porque adhería a la Pastoral del Obispo. Era un hombre
callado pero en el “mano a mano” defendía sus ideas porque era preparado, con
una profunda fe. Los ideales de Angelelli que fue la línea que siguió Wencelao
Pedernera fueron el compromiso y la dignificación del trabajo. Ellos tenían un
vínculo fraterno.
Narró varias situaciones
sobre el contexto de pobreza y explotación que vivía la Provincia en esos años:
“(…) en la producción de la nuez les pagaban como querían tenían sometidos a
los pueblos como feudos (…)”.
“Participe unos días
con los del sindicato de retameros en el oeste, vivían en el campo como
animales, hervían la retama en tachos de 200 litros para lograr el zelote base,
cera. Llevaban a los peones los lunes y los traían los viernes, Vivian en
toritos (casas de jarilla). Personas de 30 años parecían de 60”
El movimiento rural de
campesinos y maestros eran movimientos nuevos, que compartían y apoyaban la
pastoral de Angelelli. Los poderosos explotaban a los trabajadores rurales, no
les pagaban nada por sus cosechas, tenían a la gente en condiciones inhumanas,
y la Iglesia comienza a tener injerencia sobre eso. Fueron perseguidos, muchos
curas y laicos fueron detenidos, otros golpeados.
Destacó el contexto que se
vivía en los años 70 de persecución, de controles permanentes, vehículos que
rondaban domicilios lo que recrudeció con el golpe del 76 con allanamientos,
desapariciones y llegando a los asesinatos de Carlos, Gabriel, Wenceslao y
Angelelli.
Analiz{o
que, como parte de un Plan orquestado de todas las Fuerzas de Seguridad, se
consideraba a Chilecito, donde estaba Gendarmería, y a Chamical, donde
funcionaba la Base Área, como zonas liberadas.
“Siempre
vi a Angelelli en soledad… me duele que la misma Iglesia instaló la idea
de que había sido un accidente.” Recordó que en la visita de Monseñor Zaspe
a La Rioja para dar el apoyo y confirmación del Papa al Obispo y su pastoral
vio a Monseñor Angelelli con lágrimas en los ojos: “¿Te parece que él Papa
tenga que enviar a alguien para que diga que soy católico?”, “…lo habían
humillado mucho”, concluyó.
Su
testimonio fue extenso y reflexivo en relación al contexto del país y de la
iglesia en los años de la dictadura y los posteriores ya en democracia, porque
los controles continuaron, las amenazas y hechos vandálicos a espacios de la
Memoria se hacían sentir sobre todo cuando las comunidades hacían Actos por los
Martirios.
Después de un cuarto
intermedio declaro Álvaro Raúl Illanez
“Me
detuvieron en Chilecito el 24 de marzo de 1976, el día 26 me trajeron al IRS. A
la semana me empezaron a torturar, esa vez me pegaron tanto que tuve que dormir
boca abajo”. Contó que antes del mes, lo volvieron a sacar y lo torturaron
con picanas y golpes, colgándolo en una roldana donde lo tuvieron por casi tres
días.
Al referirse
al imputado Eduardo Britos expresó: “yo no he conocido a alguien más
siniestro y malvado que Britos. Él actuaba siempre con su patota Granillo,
Ledesma y Vilte, y la mayoría de las veces estaban borrachos.”
Relató que en una oportunidad, un abogado de la policía de apellido Salazar, en los años 90, le contó que realmente a Wenceslao lo iban a detener y fue Britos quien le pegó un tiro, sin mediar palabras, por lo que Santucho lo empujo a Britos y es ahí cuando recibe el disparo en el pie.
El 25 de marzo del 77 lo trasladan al penal de La Plata saliendo años después en libertad.
Al finalizar
los testimonios la gente en la sala aplaudió sostenidamente a estos valientes
aportes a la Memoria, Verdad y Justica.
Al finalizar
la Audiencia, el presidente del Tribunal, a pedido de una de las querellas
informó que el cuerpo médico de la Corte Suprema de Justicia realizará una
pericia médica a Eduardo Britos por parte de médicos de la Oficina de Derechos
Humanos, ante las reincidentes ausencias del imputado a las Audiencias.
Próxima Audiencia, jueves 8 de junio a hs 9 en el 5° piso del Tribunal Oral Federal: Av. Perón 756 EDIFICIO CORREO CENTRAL
Llevar Documento de Identificación para poder ingresar a la
sala de Audiencia
¡Verdad, Justicia y reparación
histórica!
Ex presos
políticos, Organizaciones sociales, de Derechos Humanos Independientes,
Parroquia Beatos Mártires Riojanos, Centro Cultural y Biblioteca Popular
Angelelli Mártir y Centro Barrial Santa María Eugenia
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