Audiencia N° 2 – 5 de mayo del 2023

 DIARIO DEL JUICIO ORAL Y PÙBLICO 

La Rioja- Por el asesinato de Wenceslao Pedernera

 Residual Mega causa y Causa Graciela Bofelli

 Audiencia N° 2 – 5 de mayo del 2023 



   

DIARIO DEL JUICIO ORAL Y PÙBLICO

La Rioja- Por el asesinato de Wenceslao Pedernera

Residual Mega causa y Causa Graciela Bofelli

Audiencia N° 2 – 5 de mayo del 2023

 

La Audiencia dio inicio a las 9,30 con la lectura por Secretaría de las partes presentes; los jueces José Camilo Quiroga Uriburo (presidente), Juan Carlos Reynaga, Mario Martínez. Los Fiscales federales de la causa: Dra. Virginia Miguel Carmona y Rafael Vehils Ruiz. Los abogados querellantes: Dra. Mirta Sánchez y Dr. Ramiro Fresneda por el Obispado. El Dr. Eugenio Biafore por la Secretaría Derechos Humanos. Las Dras. Viviana Reynoso y María Elisa Reinoso por la querella particular. José Chumbita, abogado defensor público del Eduardo Abelardo Britos quien sigue la Audiencia desde Salta por video conferencia.

Ante la consulta del Tribunal al imputado, por si va a declarar, este resuelve que lo hará en otro momento. Recordemos que él ya fue indagado en las tres causas y en esta Audiencia. El presidente del Tribunal preguntó a las partes, si se va incorporar por papel o audio.

La Fiscalía pide que se lea y exhiban los videos, a lo cual las querellas consideran que es pertinente y adhieren a dicho pedido.

Declaración de Marta Ramona Cornejo de Pedernera-Coca

Coca con sus 82 años, dio su testimonio con mucha claridad y fortaleza haciendo memoria de todo lo compartido con Wenceslao y sus 3 hijas, como familia e integrados en la comunidad como trabajadores rurales. Lo describió como un hombre amable, servicial y siempre buscaba ayudar a la gente. En la sala, el público participante siguió atento sus palabras, con mucho respeto y emoción.

Contó que llegaron desde Mendoza en el año 1973, atraídos por la Pastoral de Monseñor Angelelli, que apoyaba y promocionaba el trabajo rural y la organización en cooperativas. Recordó a Rafael Sifre, Carlos Di Marcos y a Gonzalo Llorente quienes integraban el Movimiento Rural Cristiano. La Familia estuvo un tiempo en Anguinán, luego en Vichigasta y finalmente en Sañogasta, donde se relacionó con el campesinado y se trabajó para la formación de una cooperativa. Mencionó esa época como de mucha participación, trabajo comunitario destacando la relación con sacerdotes, religiosas y Monseñor Enrique Angelelli, “eramos como una gran familia”.

Todo este impulso de organización de los trabajadores rurales, donde se promocionaba el trabajo en condiciones humanas y justas, fue rechazado por sectores que temían perder sus privilegios. Entonces comenzaron las difamaciones y amenazas que se profundizaron con el golpe cívico militar del año 1976. Relató hechos de vigilancia y amenazas:

“Un día se va solo en el tractor, tenía que ir hacia abajo y al volver a la casa se bajó insultando enojado…era bueno, servicial y solidario, lo abrazo y le pregunto ¿qué te pasó? Recién salgo y me han amenazado de muerte…nunca me quiso decir quién.”

“Un auto rojo y con guardas negras, era grande rondaba la casa. Me acerco un poco más y veo atrás tres personas, estaban disfrazadas”

Horas antes del asesinato de Wenceslao ellos vieron cinco autos estacionados que enfocaban hacia la casa, era invierno y estaba todo pelado, se veía bien. Coca sintió miedo por la familia, por sus hijas pequeñas.

“En la madrugada del 25 de julio de 1976 estaba durmiendo y siento que golpean la puerta…él se levanta y veo por la ventana que había tres tipos encapuchados. No tengo tiempo y siento que le empiezan a dar. Salgo por el fondo, seguían tirando y tropecé cayendo al suelo. Vi tipos que estaban en la compuerta con ropa oscura y campera blanca. Me arrastre para buscar ayuda, salen corriendo y toman para abajo…”

Coca narró con detalle y dolor como buscó ayuda con los vecinos quienes consiguieron un vehículo prestado y el Sr Toti Ortíz, los llevó hasta Chilecito:

“Lo pusimos en un colchón y llegamos a la policía quien después de pedir autorización a Chilecito nos acompañó”

“Mis hijas me llamaban desde la casa y al entrar lo veo tirado y gritaba, mirá lo que me han hecho, ya los perdone y perdónalos, eran intensos los dolores . No perdió la conciencia nunca…”

Expresó también, que al llegar al Hospital salieron a recibirlos y la pusieron en una habitación chica custodiada por gendarmería y la policía: “jamás vi tantos policías”, expresó.

Sus hijas fueron amenazadas y encañonadas. María Rosa de trece años, Susana de siete y Estela cinco años.

Dos personas de las fuerzas de seguridad le informaron que estaba detenida incomunicada. Fue interrogada luego por dos personas que parecían de inteligencia quienes le preguntaron por los sacerdotes Andrés Siereyer y Paco Dalteroch: ”Se me endureció el pecho, pero no tuve miedo.”

Ante una pregunta de la querella sobre el daño que les dejó esta situación injusta y dolorosa, Coca respondió: “Es un sufrimiento muy grande, él tenía 39 años… no les hicimos nada, hay leyes para arreglar, no asesinar así… a las nenas les faltó el papá. He tenido muchas caídas. Creo en la Justicia y en Dios.

Gracias querida compañera Coca por tu testimonio, lucha y búsqueda de Justicia.

Luego de un cuarto intermedio dio su testimonio Susana Beatriz Pedernera, hija de Wenceslao y Coca.

Fue también un testimonio extenso y sereno. Rememoró los momentos buenos vividos en familia antes del asesinato. Recordemos que Susana tenía tan solo 7 años.

De esa noche del 25 de julio del 76 evoco que estaban durmiendo y sienten ruidos como estampidos, salen y ven al padre tirado en el comedor. Ella se agacha y: “él nos miraba le decía a mi madre ándate de La Rioja, cuida las chicas…no agarren odio…

Refirió que estando en el Hospital las encierran en una habitación con dos policías de custodia, pasaron la noche ahí: “tenían que terminar el trabajo

Cuando su hermana María Rosa va al baño, escucha los gritos de su padre, corre hacia esa habitación y lo ve en una cama sin atención con un charco de sangre abajo. La saca del lugar una enfermera. Al rato le avisan a la mamá que había fallecido su padre.

Agregó que en el año 2018 se hizo la exhumación de Wenceslao y la Doctora forense les mostro huesito por huesito, las heridas, en piernas, rodillas. En el vientre encontraron pelotitas de gasa con sangre: “porque a él no le hicieron nada, lo dejaron morir desangrado.”

Expresó que su vida fue difícil a partir del asesinato de su padre: “mi madre tuvo que trabajar, nunca decayó y nosotras aferradas a ella, con falta de padre, algunas personas de la comunidad nos insultaban y gritaban, hijas de comunistas”.

De modo contundente dijo que es querellante en la causa “para que se nos aclare, destruyeron un hogar y de alguna manera necesito armar el rompecabezas”.

Finalmente dio su testimonio Estela Pedernera, que compartiremos, por razones de espacio, en el próximo diario.



Próxima Audiencia, viernes 12 de mayo a hs 9 en el 5° piso del Tribunal Oral Federal Av. Perón 756, EDIFICIO CORREO CENTRAL

Llevar Documento de Identificación para poder ingresar a la sala de Audiencia

¡Verdad, Justicia y reparación histórica!

Ex presos políticos, Organizaciones sociales, de Derechos Humanos Independientes, Parroquia Beatos Mártires Riojanos, Centro Cultural y Biblioteca Popular Angelelli Mártir y Centro Barrial Santa María Eugenia

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